AA en las instituciones correccionales

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Alcohólicos Anónimos® es una comunidad de
personas que comparten su mutua experiencia,
fortaleza y esperanza para resolver su problema
común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

  • El único requisito para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de AA no se pagan derechos de admisión ni cuotas;
  • nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.
  • AA no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna;
  • no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.
  • Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.

Formaci de grupos en instituciones correccionales

Un solo objetivo primordial

La formación de un grupo de AA en el interior de una institución correccional parte de la cooperación y el entendimiento entre las autoridades y la gente de AA. La operación del nuevo grupo debe ceñirse a las normas y reglamentos bajo los cuales la direc­ción de la institución permitirá que un grupo de AA funcione en el lugar.

Es de igual importancia que todos tengan una clara comprensión de lo que AA puede y no puede hacer para ayudar a los alcohólicos —tanto en las instituciones correccionales como después de que salgan en libertad—. Ya sea en una prisión o fuera de ella, un grupo de AA tiene un único objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

Co se inician los grupos

En cualquier institución correccional, un grupo de AA se inicia con el permiso y la cooperación de los funcionarios de la institución. Después de lograr esto, hay otros pasos que dar. Los procedimientos que se describen a continuación se aplican a las prisiones y otras instituciones penitenciarias para reclusión a largo plazo. Los grupos en las cárceles o centros de detención constituyen un caso lige­ramente distinto y serán tratados en una sección aparte.

Reuniones de política

Se efectúa una reunión preliminar entre la admi­nistración y la gente de AA que trabajará con el nuevo grupo, para establecer las normas básicas para el grupo. Dichas normas son sentadas por la administración y deben ponerse por escrito para los miembros del grupo en la prisión, así como para los grupos de AA cercanos que participan en las activi­dades del mismo.

Entre los asuntos de política están el de decidir dónde y cuándo el grupo va a reunirse; y el de establecer las condiciones bajo las cuales se per­mitirá asistir a las reuniones a los visitantes de AA, incluyendo la de asistir a sesiones de orientación para voluntarios y llenar los formularios que se requieran.

Para comenzar

Hay tres formas en que el grupo puede comenzar:

1) respuestas voluntarias al anuncio de la forma­ción del grupo; 

2) invitación formal del capellán u otro funcionario de la prisión; 3) selección de cier­tos individuos por algún funcionario.

Ya que el único requisito para ser miembro de AA es querer dejar la bebida, los drogadictos no alcohólicos no pueden hacerse miembros de los grupos de AA; no obstante, como cualquier otra per­sona, pueden asistir a las reuniones abiertas de AA que el grupo decida efectuar.

Padrinos del grupo

El siguiente paso es poner el grupo en marcha. Normalmente esta responsabilidad se asigna a dos padrinos. Uno de ellos es miembro del personal de la institución, a menudo el capellán, un asistente social o un consejero. El otro es un miembro de AA de afuera.

Si se va a formar el grupo por medio de respues­tas voluntarias, será necesario anunciar su formación con antelación e invitar a todos los interesados a asis­tir a la reunión. La primera tarea de los dos padrinos es preparar el anuncio y conseguir que este llegue a todas las personas bajo custodia. Hay varias maneras de hacerlo: por medio del periódico de la prisión; por el sistema de altavoces (generalmente durante la comida); en el tablón de anuncios; o de viva voz.

La primera reunión es una sesión de organi­zación a la que asisten el padrino de la prisión, el administrador, el padrino de AA, y todas las perso­nas interesadas.

Reunión de organización

El padrino de la prisión puede actuar como coor­dinador y abrir la reunión. El administrador da la bienvenida a los asistentes y explica por qué se ha invitado a Alcohólicos Anónimos a la institución. A menudo facilita información, como por ejem­plo, estadísticas referentes a la correlación entre el abuso del alcohol y el crimen, y temas como el efecto que AA tiene en la reducci de las violaciones de la libertad condicional. Luego, el coordinador explica por qué se está formando el grupo, y los pasos preli­minares que ya se han dado.


Después, si el padrino de AA es el coordinador de la reunión, él o ella habla acerca de Alcohólicos Anónimos, explicando tal vez cómo se inició la Comunidad, cómo se ha desarrollado, cómo funcio­na en otras instituciones carcelarias, y cómo ayuda a las personas bajo custodia a hacer una transición más fácil y cómoda a la vida del mundo exterior, dondequiera que vayan, por medio de los grupos de AA de afuera.

Explica además lo que es un grupo de AA y cómo funciona, en base a las reuniones y la herman­dad y camaradería entre los miembros.

El padrino de AA explica también cómo los grupos de AA cercanos pueden cooperar, y cómo el nuevo grupo está relacionado con el resto de la comunidad de AA por medio del Libro Grande (Alcohicos Animos), la literatura aprobada por la Conferencia, el boletín trimestral Box 4-5-9 (que a menudo contiene una sección especial de noticias sobre actividades de AA en instituciones correccio­nales), correspondencia con la Oficina de Servicios Generales de AA y La Viña (la revista de AA en español).

El padrino de AA debe prepararse de antemano para esta charla, solicitando por correo a la Oficina de Servicios Generales un paquete gratuito para instituciones correccionales, con literatura de AA, y obteniendo ejemplares del Libro Grande y copias de Box 4-5-9, el Grapevine y La Viña, y publicaciones de AA locales.

Algo que por lo general es necesario explicar es por qué las personas necesitan AA mientras están todavía en prisión. La respuesta es que el programa de AA significa mucho más que alejarse de la bebi­da; AA propone una nueva forma de vida, y el éxito que ha tenido en las prisiones demuestra que este programa puede ayudar al alcohólico a llevar una vida sobria y feliz, tanto en prisión como después de salir en libertad.

También vale la pena recalcar al comienzo del nuevo grupo correccional que AA no promete nin­gún favor especial de afuera, ni ningún trato espe­cial adentro. AA es para la sobriedad.

Cuando el padrino de AA termine su charla, se puede invitar a los asistentes a hacer preguntas. Normalmente, esto se convierte en un intervalo animado y provechoso, antes del punto final de la agenda, la elección de los servidores del grupo.

Muchos comités de servicio locales de AA pue­den dar presentaciones informativas, a petición, para su organización. Las sesiones pueden ser adap­tadas a sus necesidades. Un programa típico puede incluir una o algunas películas de AA y una presen­tación por uno o más miembros de AA acerca de “lo que AA es y lo que no es”.

Servidores y comités

Al comienzo, y hasta que el grupo esté realmente funcionando, es mejor eligir servidores temporales —un secretario y un comité de planificación—. Así se logra que algunos miembros se pongan a traba­jar inmediatamente y que todos puedan sentir que el grupo les pertenece.

Más adelante, cuando las cosas ya estén en mar­cha y los miembros sepan más acerca de AA y se conozcan mejor, el grupo puede elegir los servido­res que necesite. Los grupos, en su mayor parte, cambian de servidores en base al principio de la rotación.

El funcionamiento de un grupo de AA no tiene por qué seguir un modelo fijo. De hecho, una de las Tradiciones de AA dice que cada grupo es com­pletamente autónomo; esto quiere decir que puede tener el número de servidores que desee, y dirigir sus asuntos según le parezca, excepto en asuntos que puedan afectar a otros grupos de AA o a AA como un todo.

En la mayoría de los grupos en correccionales, el secretario suele ser el servidor clave; sirve como el contacto del grupo con los padrinos del mismo y con los funcionarios de la prisión, y es el vínculo de comunicación con el resto de AA.

A menos que se recurra a otras personas, el secretario es responsable de organizar las reunio­nes con la ayuda de los padrinos; conseguir ora­dores; y nombrar cada semana a un miembro dife­rente del grupo para coordinar o liderar la reunión. El secretario también se asegura de que el grupo tenga libros y folletos de AA.

La parte más importante del trabajo del secreta­rio es la comunicaci, inclusive con los grupos y miembros de AA cercanos.

Otra función importante del secretario del grupo es la correspondencia, mantener un contacto asiduo por correo con la Oficina de Servicios Generales de AA en Nueva York. Si la institución está situada en algún lugar remoto, el contacto del grupo con la OSG puede convertirse en su fuente primaria de información, estímulo e inspiración. Si es posible, el secretario también estará en contacto directo con grupos en otras prisiones, pero si no, podrá hacerlo por medio de la OSG.

Al principio, aparte del secretario, el comité puede tener un solo comité: el comité de plani­ficaci, cuya responsabilidad será trabajar con los padrinos y el secretario para conseguir que el grupo entre en funcionamiento. Los miembros del comité hacen todo lo necesario para dar comienzo al grupo. Más adelante, se puede formar un comité de servicios para asegurar que la sala de reunión esté preparada de antemano y se limpie después de la reunión.

Puede que se necesite un comité de progra­maci para programar con antelación las reunio­nes de oradores y asegurar que las autoridades estén informadas sobre quién viene, cuándo, y de dónde.

Un comité de refrescos procura que haya café o té para todos y, si hay presupuesto, dulces, galletas o donuts. A propósito, compartir un café o alg bocado después de la reunión es habitual en AA y fomenta el compañerismo. Las conversaciones e intercambios informales acerca del programa de AA en esos momentos son a menudo tan valiosos como lo es la misma reunión.

Grupos en las cárceles

Ya que las sentencias en los centros de deten­ción locales y municipales suelen ser más cortas, AA funciona de manera distinta en esas institu­ciones. Ya que la población carcelaria cambia rápidamente, suele haber menos grupos perma­nentes, y los AA de afuera —siempre en coope­ración con los funcionarios de la cárcel— llevan reuniones y ayudan a las personas con la tran­sición a AA fuera de la institución una vez que salen en libertad.

Los pasos que hay que dar para llevar el progra­ma de AA a las cárceles son esencialmente los mis­mos que para las prisiones: reuniones preliminares con la administración y los funcionarios locales o municipales; entendimiento mutuo de los regla­mentos, reglas y restricciones de la institución; y una clara explicación y comprensión de las respon­sabilidades de ambas partes.

Co funcionan los grupos

Una vez que el grupo ha elegido sus primeros servi-dores, está listo para empezar a relacionarse con la Comunidad de Alcohólicos Anónimos.

AA es un programa de acción, y la participación y la experiencia personal son muy importantes, como también lo es dejar que el grupo maneje sus propios asuntos y,—en especial, para estos gru­pos— que sus servidores practiquen la rotación periódicamente.

Identificaci con la Comunidad

Es importante que, además del miembro individual, el grupo mismo tenga un fuerte sentimiento de per­tenenencia a AA.

Los padrinos deben tratar de que el grupo fun­cione de forma autónoma tan pronto como sea posible, y también traer tantos AA de afuera como se pueda. El factor que contribuirá más a relacionar el grupo de adentro con el resto de AA será el con­tacto con los grupos y miembros de AA cercanos. Ya que las visitas personales pueden estar restrin­gidas, los padrinos pueden idear otras formas de llevar AA a la institución.

En algunas áreas, los grupos en instituciones correccionales participan en la estructura de servi­cios generales de AA. Por ejemplo, el RSG (repre­sentante de servicios generales) puede tener un representante que vote en su nombre, o nombrar un suplente de afuera, para las reuniones de distrito o de área. En algunos casos, se logra un permiso especial para que un representante del grupo asista a las reuniones de servicio del área.

La literatura también ayuda. El texto básico de AA es el libro Alcohicos Animos (conocido como el Libro Grande). Todo miembro de AA debería leerlo y volver a leerlo. Es mejor que estar sentado en una celda es un folleto que narra la experiencia de personas que conocieron AA en la prisión, y cómo se mantuvieron sobrios después de salir en libertad. Hay un video llamado “Una nueva libertad” que narra la experiencia de miembros de AA bajo custodia. Además, hay otros libros y una lista bas-tante extensa de folletos (ver página 15), cada uno de los cuales trata de algún aspecto importante de AA. Lo ideal es que los miembros del grupo reúnan el dinero necesario para comprar la literatura y subscripciones a la revista La Viña (en español) o Grapevine (en inglés). Sin embargo, si no pudieran hacerlo, los padrinos pueden buscar formas de ayu­darles por medio de los comités de instituciones o de correccionales locales, de distrito o de área.

El Manual de Grupo (una carpeta con diversos folletos de gran interés y otra información) y Box 4-5-9 (un boletín trimestral publicado en español) serán enviados al secretario del grupo en cuanto se inscriban el secretario y el grupo en la OSG. La correspondencia con la OSG referente a las pre­guntas o dudas que el grupo pueda tener, siempre contribuye al sentimiento de pertenencia.

Reuniones

El coraz de la actividad de AA son las reuniones. Las reuniones cerradas son solamente para los alcohólicos. Toda persona interesada puede asistir a las reuniones abiertas. En la mayoría de las ins­tituciones, el grupo de AA celebra sus reuniones con regularidad. Hay varios tipos de reuniones. En las reuniones de discusi, los nuevos miembros pueden obtener respuestas a sus preguntas. Una reunión de orador sigue la acostumbrada pauta de AA: co era, lo que sucedi y co soy ahora en AA. Estas charlas ayudan al nuevo miembro a identificarse como alcohólico con otros alcohóli­cos. Muchos grupos hacen también reuniones de Pasos, reuniones de Tradiciones o reuniones de estudio del Libro Grande. Cada tipo de reunión sirve para un propósito particular, y todas son necesarias.

Reuniones de discusi

Al principio, por lo general, es una buena idea que ambos padrinos asistan a las reuniones, tal vez con uno o dos visitantes de AA de afuera para poder res­ponder a algunas de las preguntas y ayudar a que la reunión fluya bien.

No obstante, cuando los miembros hayan aprendido un poco más acerca de AA, no se nece­sita realmente a nadie de afuera y los padrinos normalmente no participarán en las discusiones a menos que se solicite su opinión. Esto es bueno, porque AA no tiene expertos; lo mejor siempre es favorecer un máximo de participación de la mayor cantidad de compañeros posible.

Reuniones de orador

Generalmente se programan las reuniones de orador para los fines de semana, para facilitar la participación de visitantes como oradores y coordinadores de las reuniones. Los AA de afuera facilitan al grupo un contacto más amplio con AA; una oportunidad de conocer a una más amplia variedad de personas en recuperación y de escu­char más historias y experiencias personales den­tro del programa.

No obstante, más adelante los padrinos sugeri­rán que el grupo consiga sus propios oradores, o por lo menos, algunos de ellos.
Aunque no se obliga a nadie a hablar en las reu­niones de AA, el hablar es una parte importante de la participación, y es bueno que habitualmente se brinde la oportunidad de hacerlo.

Reuniones de Pasos, reuniones de Tradiciones y estudio del Libro Grande

Puesto que los Doce Pasos son la base de nuestra recuperación en AA, muchos grupos hacen reunio­nes de Pasos. Algunos grupos leen pasajes de Doce Pasos y Doce Tradiciones o del Libro Grande y des-pués hablan sobre lo leído.

Los grupos también pueden leer y hablar acerca de las Doce Tradiciones, las mejores respuestas que hemos encontrado a las preguntas “¿Cómo puede AA funcionar con óptima eficacia?” y “¿Cómo puede AA mantenerse unida y así sobrevivir?”

Ya que el Libro Grande no solo contiene indica­ciones sobre las formas en que nuestros miembros ponen en práctica los Doce Pasos, sino también una breve historia de los comienzos de nuestra Comunidad e historias personales para ayudar a los principiantes a identificarse con otros alcohólicos, muchos grupos de AA dedican tiempo de sus reu­niones al estudio de este texto básico.

Hay disponibles grabaciones del Libro Grande y de Doce Pasos y Doce Tradiciones en la Oficina de Servicios Generales, y también pueden ser útiles los folletos “Los Doce Pasos ilustrados” y “Las Doce Tradiciones ilustradas”.

Reuniones especiales

Hay varios tipos de reuniones especiales que los grupos pueden celebrar. La más común es la reu­ni de aniversario: cada vez que se cumple un año de la existencia del grupo, este hace una cele­bración en la que pueden participar los padrinos, los administradores y otras personas. Además, los aniversarios personales, que marcan los as de sobriedad de un compañero, son ocasiones muy animadas.

Para más información sobre cómo funcionan los grupos, ver el folleto “El grupo de AA”.

Servicio de Correspondencia de Correccionales (SCC): un tipo especial de servicio de AA

Mediante el Servicio de Correspondencia de Correccionales, la Oficina de Servicios Generales pone en contacto a una persona bajo custodia con un miembro de AA de afuera para que compartan mutuamente por correo su experiencia, fortaleza y esperanza en lo que se refiere a la sobriedad y a la recuperación en AA. Igual que se sugiere en cuanto al apadrinamiento, se pone en contacto a los hombres con los hombres y a las mujeres con las mujeres. El miembro de AA de ‘afuera’ será puesto en contacto con un preso que se encuentra en otra región del país. En la OSG hay disponible un volante gratis en el que se describe este servicio, y se brindan guías, que sugieren que la correspondencia se mantenga enfocada en la recuperación del alcoholismo por medio de los Doce Pasos de AA.

Apadrinamiento

Como cualquier miembro de AA, las personas bajo custodia pueden beneficarse del apadrinamiento. Para más información, consulte el paquete y el libro de trabajo de Correccionales, o bien póngase en contacto con su comité de Correccionales local.

Labores complementarias: comparos de AA que salen en libertad

Cuando los miembros de un grupo correccional salen en libertad, casi siempre tienen la intención de continuar asistiendo a AA en el lugar adonde vayan. No obstante, por la ansiedad, la emoción o la nove­dad de su liberación, el buscar un grupo de AA local a veces pasa a un segundo plano, o se deja de lado.

El padrino del grupo puede ayudar al compañero que va a salir —claro está, con su permiso— encar­gándose de que compañeros de AA lo reciban y lleven a un grupo de AA local.

Escribiendo a la OSG, el padrino del grupo correccional puede entrar en contacto con un comi­té local de instituciones o bien una persona de contacto que faciliten la transición del compañero al mundo de AA de afuera.


Este último paso puede ser el más importante de todos, porque la experiencia indica que las primeras horas después de salir en libertad pueden ser las más decisivas. Cuando una persona sale en libertad y va directamente al grupo de AA en su ciudad de residencia, se reduce en gran medida la probabili­dad de una recaída y una reincidencia que hagan que la persona vuelva a perder su libertad.

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS

1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto in­gobernables.

2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.

3. Decidimos poner nuestras voluntades y nues tras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.

4. Sin temor, hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mis­mos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.

6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter.

7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.

8. Hicimos una lista de todas aquellas perso­nas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.

9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el ha­cerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.

10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admi­tíamos inmediatamente.

11. Buscamos a través de la oración y la medi­tación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos Pasos, tratamos de lle­var este me nsaje a otros alcohólicos y de practi­car estos principios en todos nuestros asuntos.

LAS DOCE TRADICIONES DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS

1. Nuestro bienestar común debe tener la pre­ferencia; la recuperación personal depende de la unidad de AA.

2. Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amo­roso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.

3. El único requisito para ser miembro de AA es querer dejar de beber.

4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a AA, consi­derado como un todo.

5. Cada grupo tiene un solo objetivo primor­dial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.

6. Un grupo de AA nunca debe respaldar, fi­nanciar o prestar el nombre de AA a ninguna en­tidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.

7. Todo grupo de AA debe mantenerse com­pletamente a sí mismo, negándose a recibir con­tribuciones de afuera.

8. AA nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear tra­bajadores especiales.

9. AA como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aque­llos a quienes sirven.

10. AA no tiene opinión acerca de asuntos aje­nos a sus actividades; por consiguiente su nom­bre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.

12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.

Yo soy responsable…

Cuando cualquiera, dondequiera, extienda su mano pidiendo ayuda, quiero que la mano de AA siempre esté allí.
Y por esto: yo soy responsable.

Esta literatura está aprobada por la Conferencia de Servicios Generales de AA.

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