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ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS® es una comunidad de personas que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.
Hace ya muchos años que el alcoholismo se reconoce como un muy generalizado y discapacitante problema de salud, que afecta no solamente al alcohólico mismo. Tiene efecto dañino también en la familia, y en los amigos — en el hogar, en el trabajo, en las carreteras y caminos. El alcoholismo cobra vidas y sus costos a la comunidad ascienden a millones de dólares. Así que, ya sea que te conviertas algún día en alcohólico o no, el alcoholismo puede tener un impacto devastador en tu vida.
Los miembros de AA hemos aprendido mucho sobre el alcoholismo — cómo identificarlo y detenerlo, y cómo vivir una vida en recuperación. Pero hasta la fecha nadie ha encontrado una manera de prevenir la enfermedad; todavía no se sabe exactamente por qué algunos bebedores se convierten en alcohólicos y otros no. Muchos médicos y científicos han investigado esta cuestión y no han podido determinar definitivamente la causa (o causas) del alcoholismo.
Por esta razón, los AA nos concentramos en ayudar a las personas que ya son alcohólicas, los que tienen un deseo de dejar la bebida, para que puedan así empezar a recuperarse y aprender a vivir una vida normal y feliz sin alcohol.
Como AA lo ve, el alcoholismo es una enfermedad. AA cree que los alcohólicos no pueden controlar su forma de beber porque están enfermos, de cuerpo y mente (o de las emociones). Si no dejan la bebida, el alcoholismo casi siempre empeora.
La Asociación Médica Norteamericana y la Asociación Médica de Gran Bretaña, las organizaciones principales de médicos de estos países, también han dicho que el alcoholismo es una enfermedad.
No todos los alcohólicos tienen los mismos síntomas, pero muchos — en las varias etapas de la enfermedad — muestran estas señales: descubren que sólo el alcohol les hace sentirse seguros de sí mismos y cómodos con otra gente; a menudo, quieren “sólo un trago más” al fin de una fiesta; esperan con ansia las ocasiones de beber y piensan mucho en ellas; se emborrachan cuando no tienen la intención de hacerlo; tratan de controlar su forma de beber, cambiando tipos de licores, tomando la decisión de no beber o haciendo pro-mesas solemnes; beben furtivamente; dicen mentiras sobre cuánto y con qué frecuencia beben; esconden botellas; beben en su lugar de trabajo (o en la escuela); sufren de lagunas mentales (es decir, no pueden recordar lo que dijeron o hicieron la noche anterior); beben por la mañana, para aliviar la resaca, los sentimientos de culpabilidad y el miedo; dejan de comer y así sufren de desnutrición; contraen cirrosis del hígado; tiemblan violentamente, alucinan o tienen convulsiones al carecer de alcohol.
Alcohólicos Anónimos es una comunidad mundial de hombres y mujeres, que se ayudan los unos a los otros a mantenerse sobrios. Ofrecen la misma clase de ayuda a toda persona que tiene un problema con la bebida y quiere hacer algo para resolverlo. Puesto que todos son alcohólicos, los miembros se entienden de una manera singular. Saben cómo es sufrir de esta enfermedad y han aprendido a recuperarse en AA.
Los miembros de AA dicen que son alcohólicos hoy — aunque no hayan tomado un trago desde hace muchos años. No dicen que están “curados”. Una vez que un individuo ha perdido su capacidad de controlar la bebida, nunca puede estar seguro de poder beber sin peligro — o, en otras palabras, nunca puede convertirse en uno “que fue” alcohólico o en un “ex-alcohólico”. Pero en AA puede hacerse un alcohólico sobrio, un alcohólico en recuperación.
Por el ejemplo y la amistad de los alcohólicos en recuperación en AA, los nuevos miembros son motivados a mantenerse alejados de la bebida “un día a la vez”, como lo hacen los AA. En vez de “jurar renunciar para siempre a la bebida” o preocuparse por si van a estar sobrios mañana, los AA se concentran en no beber ahora mismo — hoy.
Al no dejar entrar el alcohol en su organismo, los principiantes cuidan de un aspecto de la enfermedad — el cuerpo tiene la oportunidad de sanar. Pero, recuerde: hay otros aspectos. Si van a mante-nerse sobrios, es imperativo que tengan también una mente sana y emociones sanas. Para hacer esto, empiezan a arreglar sus pensamientos confundidos y sus sentimientos tristes, siguiendo los “Doce Pasos” de AA hacia la recuperación. Estos Pasos sugieren ideas y acciones que pueden guiar a los alcohólicos a una vida feliz y útil.
Para mantenerse en contacto con otros miembros y para enterarse del programa de recuperación, los nuevos miembros asisten regularmente a las reuniones de AA.
Alcohólicos Anónimos está establecido en 170 países aproximadamente. La gente de cada grupo se reúne, normalmente una o dos veces por semana, para celebrar reuniones de AA, las cuales son de dos tipos principales:
1. En las “reuniones abiertas”, hay oradores que cuentan su vida de bebedor, cómo descubrieron AA y cómo les ha ayudado el programa. Los miembros pueden llevar a parientes o amigos, y normalmente toda persona interesada es bienvenida como un observador.
2. Las “reuniones cerradas” son solamente para los alcohólicos. Estas son discusiones de grupo, y todo miembro que quiera puede hablar, para hacer preguntas o compartir sus pensamientos con los demás. En las reuniones cerradas, los AA pueden conseguir ayuda para resolver sus problemas personales, referentes al mantenimiento de la sobriedad y a la vida cotidiana. Otros AA pueden explicar cómo han tratado problemas parecidos — a menudo, usando uno o varios de los Doce Pasos.
Nuestros grupos hacen todo lo posible para ofrecer a todos los asistentes un lugar de reunión seguro y para crear un entorno seguro y acogedor donde podamos celebrar nuestras reuniones. Todo lo que se refiere a la formación y el funcionamiento de un grupo de AA le corresponde a la conciencia del grupo. Nuestro sufrimiento compartido como alcohólicos y nuestra solución compartida nos hacen posible superar la mayoría de las dificultades y nos ayudan a crear un entorno lo más seguro posible para llevar el mensaje de AA de esperanza y recuperación al alcohólico que aún sufre.
Como otras enfermedades, el alcoholismo afecta a todo tipo de gente. Por consiguiente, los hombres y las mujeres de AA son de todas las razas y nacionalidades, de todas las religiones o de ninguna religión. Son ricos y pobres y de ingresos medios. Trabajan en todas las profesiones, como abogados y amas de casa, profesores y camioneros, camareras y miembros del clero.
AA no mantiene una lista de miembros, pero los grupos informan del número de personas que componen cada uno. Usando estas informaciones, se calcula que hay más de 2,000,000 de miembros en AA.
AA fue iniciada en 1935 por un agente de bolsa de Nueva York y un cirujano de Ohio, quienes habían sido borrachos “perdidos”. Al principio, la mayoría de los miembros de AA padecían también de graves enfermedades; la bebida les había llevado a hospitales, sanatorios y prisiones. Pero más y más gente empezó a enterarse de AA y, dentro de poco tiempo, muchos alcohólicos descubrieron que no tenían que dejar que su enfermedad les hiciera tanto daño. Podían recuperarse en AA antes de que su salud estuviera completamente arruinada, mientras tenían todavía su trabajo y su familia.
El folleto “Los jóvenes y AA” presenta las historias personales de 19 individuos que se hicieron miembros de AA antes de cumplir 30 años. Los folletos ilustrados, “¿Demasiado joven?” y “Un mensaje a los jóvenes”, relatan cómo algunos alcohólicos adolescentes encontraron AA. Muchos jóvenes como estos están manteniéndose felizmente sobrios y participando en las actividades de AA.
AA no tiene un verdadero gobierno. Cada grupo puede desarrollar sus propias costumbres y maneras de celebrar reuniones, con tal de que no perjudiquen a otros grupos o a AA como un todo. Los miembros eligen un coordinador, un secretario y otros servidores de grupo. Estos servidores no le dan órdenes a nadie; principalmente, su cometido es procurar que las reuniones transcurran sin dificultades. En la mayoría de los grupos, se eligen nuevos servidores dos veces al año.
Pero el grupo individual no está aislado del resto de AA. Así como lo hacen los miembros de AA, los grupos de AA también se ayudan los unos a los otros. Les enseñamos tres medios por los cuales los grupos se ayudan:
1. Los grupos de la misma área establecen una oficina central u oficina de “intergrupo”.
2. Grupos de todas partes comparten sus experiencias, escribiendo a la Oficina de Servicios Generales en la ciudad de Nueva York.
3. Los grupos de los EE.UU. y Canadá eligen representantes que asisten a la Conferencia de Servicios Generales, que se celebra una vez al año.
Todas estas oficinas de AA y los representantes a la Conferencia hacen sugerencias, basadas en las experiencias de muchos grupos de AA. Pero no fijan ninguna regla y no dan órdenes a ningún grupo o miembro.
Los principiantes no pagan honorarios para ser miembros, y los miembros no pagan cuotas.
Pero sí se necesita el dinero para algunas cosas: alquilar la sala de reunión, comprar café y otros refrescos, comprar libros, folletos y revistas de AA. Por lo tanto, normalmente se hace una colecta en la reunión, y los miembros contribuyen lo que pue-dan o deseen dar. Los grupos contribuyen dinero también para mantener las oficinas centrales, la Oficina de Servicios Generales y otras actividades de AA.
Los miembros de AA nunca son pagados por la ayuda que prestan a otros alcohólicos. Su recompensa es algo mucho mejor que el dinero — es su propia salud. Los AA se han dado cuenta de que la mejor manera de mantenerse sobrios es ayudar a otros alcohólicos.
AA es solamente para los alcohólicos, pero hay otras dos sociedades que pueden ayudar a sus parientes. Una de ellas es los Grupos Familiares de Al-Anon. La otra es Alateen, para adolescentes que tienen padres (o madres) alcohólicos.
1. AA no organiza campañas de promoción para tratar de persuadir a alcohólicos a que se hagan miembros. AA es para los alcohólicos que quieren lograr su sobriedad.
2. AA no vigila a sus miembros para comprobar que no beben. AA ayuda a los alcohólicos a ayudarse a sí mismos.
3. AA no es una organización religiosa. Todos los miembros pueden formarse sus propias ideas sobre el sentido de la vida.
4. AA no es una organización médica; no proporciona ni medicamentos ni consejo siquiátrico.
5. AA no dirige hospitales, departamentos de hospital o centros de tratamiento; no suministra servicios de cuidado.
6. AA no está afiliada a ninguna otra organización. Pero AA coopera con organizaciones que están interesadas en la recuperación. Algunos miembros trabajan en estas organizaciones — pero por cuenta propia, no como representantes de AA.
7. AA no acepta dinero de fuentes ajenas, priva-das o del gobierno.
8. AA no ofrece servicios de asistencia social; no suministra alojamiento, comida, ropa, trabajo o dinero. AA ayuda a los alcohólicos a mantenerse sobrios para que puedan conseguir estas cosas por sí mismos.
9. Alcohólicos Anónimos es fiel al “Anónimos” de su título. No quiere que se revelen los nombres de sus miembros por la radio, la TV o la prensa. Y los AA nunca revelan los nombres de otros miembros a personas de afuera. Pero los miembros de AA no están avergonzados por serlo. Solamente quieren motivar a otros alcohólicos a que vengan a AA para buscar ayuda. Y no pretenden ser héroes o heroínas sólo por cuidar de su propia salud.
10. AA no suministra cartas de recomendación a autoridades de libertad condicional, abogados, oficiales jurídicos, patrones, agencias de asistencia social, etc.
1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
3. Decidimos poner nuestras voluntades y nues tras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.
4. Sin temor, hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter.
7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos Pasos, tratamos de llevar este me nsaje a otros alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de AA.
2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza; no gobiernan.
3. El único requisito para ser miembro de AA es querer dejar de beber.
4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a AA, considerado como un todo.
5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.
6. Un grupo de AA nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de AA a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
7. Todo grupo de AA debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.
8. AA nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.
9. AA como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
10. AA no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones públicas sebasa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.
12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.
Debemos hacer esto para el futuro de A.A.: Colocar en primer
lugar nuestro bienestar común para mantener nuestra
comunidad unida. Porque de la unidad de A.A. dependen
nuestras vidas, y las vidas de todos los que vendrán.
Cuando cualquiera, dondequiera, extienda su mano pidiendo
ayuda, quiero que la mano de A.A. siempre esté allí.
Y por esto: Yo soy responsable
3920, rue Rachel Est
Montréal (Québec) H1X 1Z3
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